Ya llega la navidad y como dije ayer, la vaca se va de vacas, pero no quisiera hacerlo, sin antes, colgar esta entrada, que aunque no lo parezca, llevo ya algún tiempo pensando, y es que, quisiera rendir un tributo a la relación, que aunque muchos no lo sepan, hay entre la Navidad y el Carnaval.
La gente ve la Navidad, como una fiesta, en la que, la familia se reúne, se celebra la llegada de un nuevo año, todo es fraternidad, algunos la cogen “mortá” etc… pero quizás, lo que no sepa mucha gente, es que los carnavaleros , aquellos que salimos, en algún grupo, y el año que no podemos hacerlo, parece que el Carnaval no es lo mismo, tenemos dos familias, la primera lógicamente la nuestra, la carnal, pero la segunda es aquella con la que compartimos el orgullo de defender, el repertorio, que año tras año, trae tu grupo.
Y como es lógico, si la Navidad es la época de estar con la familia, los carnavaleros, también lo estamos con nuestra familia carnavalera, es cierto que la mayoría de los grupos suelen empezar sus ensayos sobre septiembre octubre, algunos incluso en agosto, pero no sé si la gente sabrá, que es en navidad donde realmente, se fragua cualquier grupo de carnaval, es en navidad donde ese gusanillo, esa ilusión, esa inquietud por volver a las tablas de febrero, que cuando empezaste a ensayar se despertó, renace aún con más fuerza, y sale definitivamente de su letargo, donde ves como va evolucionando aquello que ensayas, donde la resaca del día 1 de enero, se convierte en un rato con tus amigos, donde las mariposas de tu estomago, parecen revolotear cuando ves, que después de tanto esfuerzo, vuestro grupo de estudiantes, que no podían reunirse al completo todas las semanas para ensayar, vuelven a ser una piña todos juntos, donde alguna vez que otra dejas de ensayar en círculo, para ponerte en la posición de actuar, es cuando ves a algunos amigos que han ido a ver vuestro ensayo, y te enorgulleces de que sean tus amigos, porque a pesar del latazo que les estáis dando, siguen ahí de pié, escuchando, es cuando se llevan las tortas, los buñuelos y el anís a los ensayos, y compartes esa merienda con tu grupo, es cuando después de un ensayo, se quedan tres tíos que se conocían de vista, y se cargan la botella de anís entre los tres, y en vez de ganar una resaca para el día siguiente, ganan a dos amigos.
Es cuando se te saltan las lagrimas, es cuando sientes orgullo por salir con tu grupo, es, en definitiva, cuando la magia de la navidad, da la mitad de su vida a la magia de febrero, es por ello que es la navidad, la madre de enero que precede al carnaval.
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