EL BAHÚL DE LOS RECUERDOS: “SERÁ UN PÁJARO, SERÁ UN AVIÓN, NO ES ZUPER P”

Seguramente, si me hubieran dado un euro por cada vez que he dicho que en poco tiempo iba a colgar una nueva entrada en el blog, ahora mismo no estaría creando precisamente una, más bien estaría en las Bahamas, con un ron con cola en una mano, y el culo de una mulata en la otra, pero por desgracia no me lo han dado, “ajín”  que estoy frente a mi portátil con más años que “er cali bendito” sin ron con cola, y por desgracia sin mulata, sin embargo surgiendo de las cenizas del cautiverio temporal que suponen los contratiempos, resucitando de la cárcel de las mantas de tu cama, custodiadas por la resaca, tal como lo hace cualquier carnavalero  el domingo después de la chorizá, vuelvo a prestarle un poquito de tiempo al blog, después de entradas borradas, gracias a un virus informático, a exámenes, de septiembre, y diciembre, a un proyecto de diseño para una estación de inspección de vehículos y sus muertos “tos” vuelvo, y que mejor que hacerlo haciendo homenaje a unos de los dos grupos más veteranos que aun hoy siguen luchando por nuestra fiesta.

Pues bien como digo ya le toca un espacio en este humilde blog, a una de las chirigotas más carismáticas de nuestro carnaval, la chirigota del Zioro and friends, y como no hacerlo con algo que fuera “Zuperió”, con una “Zúper” chirigota, y para ello nos vamos a remontar a 2006, Zapatero disfrutaba de su primer mandato, y yo lo hacía de mi último año de bachillerato, antes de meterme en camisas de once varas en la universidad, Javier Cabezas nos torturaba con su alcaldía, y los estorninos se cagaban en todo aquel que se atreviera a pasar por los callejones, y este grupo nos traía a los Zuper P, una fusión entre un petaquero (marroquinero si eres de Cuenca parriva) y un superhéroe, en definitiva un “zuperpetaquero”, un defensor inexpugnable de Ubrique, y de tod@s sus habitantes y cosas.

La historia de estos superhéroes tan peculiares, comienza, como vemos en su presentación, siendo petaqueros ordinarios, que esperan al carnaval para reivindicar por todo lo suyo, pero que un buen día encuentran una piedra verde misteriosa, que por algún proceso mágico, místico y desconocido, jajajaja, les otorga la capacidad de “volar”, convirtiéndose así en superhéroes que luchan por su pueblo, usando como capa el babi de marroquinería, y como armas los utensilios propios de dicha profesión.

En los pasodobles se tratan temas diversos, desde una presentación de estos superhéroes tan autóctonos, el hecho de que por aquel entonces ese grupo nunca hubiera ganado el concurso de la peña sevillista (cosa que conseguirían en el año 2010 con la chirigota Cabezaimon) o un emotivo pasodoble a uno de sus amigos y miembro de esta agrupación, que por motivos laborales, se encontraba fuera de Ubrique, sin embargo estos pasodobles son en mi opinión mucho más de lo que aparentan cuando los escuchas por primera vez, son una magnifica fusión de cómo se pueden unir, en una misma creación literaria, la seriedad con el humor, usando la ironía como un excelente catalizador para tal fin.

Los cuplés no se quedan detrás de los pasodobles, con un estilo tan del Zioro como se podría esperar, tratando temas variopintos como el concurso de la peña sevillista haciendo alusión a uno de sus pasodobles, algunos trabajos que hizo para el ayuntamiento, o uno muy gracioso, en el que comienzan contando cómo defendían, y evitaban que los chinos se llevaran el trabajo a China y termina en una confusión fatídica, eliminando al grupo de “los Morenos”, que por aquel año iban disfrazados de chinos, terminados por el que quizás sea el estribillo de carnaval de Ubrique que, posiblemente,  este que les escribe, más haya tarareado y cantado casi con toda seguridad.

Como colofón final nos traían un gran popurrí donde nos contaban anécdotas de sus salvamentos, historias sobre un niño cojonero,  lo “poco” que comía Javier Cabezas (magnifica esa parte por cierto), recomendaciones sobre a quién hay que echarle “petardos”, en vez de los estorninos, y una parte final donde parte del humor se transforma en una parte más reivindicativa y emotiva.

En definitiva una magnifica chirigota, de una magnifica agrupación, en la que he encontrado una zúper excusa claramente zuperió, de volver a escribir en este humilde humilde blog.