jueves, 14 de febrero de 2013

MEA CONTENTO PERO HAZLO DENTRO



Normalmente la vaca que ríe es bastante perezosa para hacer entradas nuevas, y por norma general cuando las hace es porque realmente le apetece, pero ha llegado a los oídos de este ente cibernético ciertos rumores, que han hecho necesaria esta entrada, una entrada triste, una entrada furiosa, una entrada llena de rabia, una entrada que nunca debería de haber existido, una entrada nacida de la incomprensión de que se trate de echar la pelota de los errores a otros, nacida de la incomprensión de que no se tenga en cuenta o se avise a todos esos que de un modo u otro dan su pedacito de si mismos para crear nuestro carnaval, nacida de la incomprensión  de que año tras año esos burdos titiriteros que llevan nuestro pueblo mientan a esos que durante cuatro meses están pariendo esta fiesta, nacida de la incomprensión  de que se confunda una petición en beneficio de todos los ciudadanos de nuestro pueblo, con una petición egoísta y propia, nacida de la incomprensión de que no se valore la labor que 15 grupos de chalados que trabajan para que otros se pongan las flores,  nacida de la incomprensión de que encima se critique y se trate de quitarles la poca decisión que estos tienen.
Quizás más de uno debería de pensar que sería del carnaval sin los grupos, quizás aquellos que se quejan de que se les ha meado en su puerta deberían de agradecer que haya gente que se preocupe porque tal cosa no ocurra, y deberían de saber que parece ser, que esas personas que se preocupan por ello no están sentadas precisamente enfrente de la iglesia de Nuestra Señora de O, sino dejándose la garganta unas calles más arriba, quizás los que se quejan podrían unirse a los que están preocupándose por ellos, en una “cruzada” para evitar estas cosas, quizás que ya que se corea que el carnaval no son solo los grupos sino todo el pueblo (lo cual es cierto) también se comprenda que no hay que dejar a ellos solos esa lucha por esta fiesta y la mejora de la misma, de la que hoy por hoy solo se preocupan ellos y alguno que otro,  aunque escaso más, y quizás de esa forma aquellos que dicen que su trabajo es duro sin serlo dejarían de burlarse ya no solo de todos los grupos, sino de todo el pueblo y así tendríamos el carnaval que Ubrique (pero no la pasividad de algunos ubriqueños)  realmente se merece.